Palmeo por don IVAN

Acabo de recibir la autorización de Luis Fernando Arellano para publicar este recordatorio sobre Iván. Cariños Pacita Don Iván Badilla López abandonó este mundo plácidamente. No quería y porfió por quedarse para seguir dándole a la vida pero no hubo caso. Como todos, este señor Badilla López tuvo múltiples facetas. Una de ellas y por la cual le conocí, fue su amor por la fiesta, el carrete y la buena mesa. Hace muchos años atrás don Iván fue a parar con su colchón a un departamento de la calle Macul, que se convirtió en epicentro de la chacota, la huifa y la rendija. Era una isla metida en el corazón de un condomio de clase medieros fomes. La vivienda en cuestión debía parecerles un infierno, por los humos que despedían los asados y las carcajadas que se escuchaban. Pero de infierno nada. Al lugar concurrían gentes gozadoras de la vida, serafines bailantes, arcángeles risueños de ponchera monacal y angelitas picaronas. No duró mucho el cuento porque los paraísos no son eternos y si lo fueran perderían todo su encanto. Lo que perdura es el recuerdo de ellos y de lo bien que lo pasamos en compañía de gentes como el Sr. Badilla López que se marchó tranquilo, aunque no muy conforme con emprender viaje tan misterioso. Palmeo cuequero por don Iván y déjenlo que se vaya, allá va no lo sujeten, déjenlo que navegue, cinco o seis meses…. En realidad lo que se demore. Ya no hay prisa alguna. Luis fernando es fotografo profesional y se conocieron con el Banchi en la epoca en que trabajaban en MEDIOS. Cariños Pacita